"Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad" decían en el primer cuadro de la archiconocida zarzuela "La verbena de la Paloma" de don Tomás Bretón allá por 1894. Más de un siglo después esta afirmación es más cierta que nunca, la ciencia se retroalimenta y acelera su progresión hasta situaciones que nos resultan inalcanzables mental y prácticamente. Acabas de comprar un equipo informático y resulta que ya está obsoleto. Aquello que ayer sentaba cátedra, hoy es valor desfasado, idea errónea, concepto inexacto y falso en su totalidad. Sin embargo ahí está nuestro queridísimo deporte como la puerta de Alcalá: viendo pasar el tiempo ¿o no?
Análitico, global, gol de oro, de plata, pinganillo, cuarto árbitro, jueces de fondo... ¿ha cambiado algo? Domingo por la tarde: "Caruseeeeeeel Depoooortiivoooo!!!" (bueno... ahora "Tiempo de juego"). Marca, As, Sport... Polémica, fuera de juego, que sí, que no, que caiga un chaparrón... y otra ronda de cervezas, el bar y "Pepe... un purito!" (mis disculpas a la ministra).
El fútbol, en su propia esencia, en sus métodos y en su dimensión social sigue igual y ha cambiado mucho. No hay quien lo entienda. Como al propio juego. Nadie entiende como tal equipo ha podido ganar a cual y éste ha empatado allá. ¡Pero árbitro si ha sido falta! Pulsómetros, método integrado, dieta, sicólogo deportivo... "Fútbol es fútbol".
¿Cambia el fútbol o lo que lo rodea? El hecho en sí o nuestra percepción. Lo visible o lo qué no se ve. Dice Eduard Punset "Los hechos no cambian pero si la percepción con la que los almacenamos en nuestra memoria". Cualquier temporada pasada fué mejor. En el fútbol todo está inventado. ¿Seguro?
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